Paciente urgida
La paciente Claudia Castillo, de 30 años de edad y madre de dos hijos, necesitaba la cirugía para salvar un pulmón tras un severo daño a sus vías respiratorias a consecuencia de una tuberculosis.
Para hacer el nuevo conducto de aire, los médicos usaron la tráquea de un donante que había muerto recientemente.
Luego utilizaron fuertes productos químicos y enzimas para quitar todas las células del donante.
Esto les dejó a los doctores la estructura sobre la cual repoblaron la traquea con células de Castillo, la cual fue usada en una operación posterior para reparar el daño en su bronquio izquierdo.
Al usar las propias células de Castillo, los médicos pudieron "engañar" al organismo de la paciente con el fin de que no rechazara la tráquea donada, algo típico en las operaciones de trasplante de órganos.
Dos tipos de célula fueron obtenidas del cuerpo de Castillo: células de su tráquea ya adultas y células madre de la médula ósea que fueron activadas por sus hermanas maduras para reproducirse alrededor de la tráquea donada.
Tras cuatro días de crecimiento en un laboratorio y dentro de un bioreactor, la tráquea nuevamente recubierta de células estaba lista para ser transplantada en el sistema respiratorio de Castillo.
La traquea implantada en el bronquio izquierdo de Castillo comenzó a desarrollar rápidamente sus propios vasos sanguíneos.
Su cirujano, el profesor Paolo Macchiarini, del Hospital Clínico de Barcelona, en España, llevó a cabo la operación el pasado mes de junio.
"Estaba bastante preocupado. Antes de éste, sólo habíamos hecho el trabajo en cerdos".
"Sin embargo, una vez la tráquea del donante salió del bioreactor nos sorprendimos positivamente", agregó.
Aseguró que lucía y se comportaba igual a una tráquea de un donante sano.
Un gran éxito
La operación fue un gran éxito y sólo cuatro días después del trasplante la tráquea híbrida era casi imperceptible del resto de la vía respiratoria sana que la rodea.
Tras un mes, una biopsia del lugar probó que el transplante había desarrollado sus propios vasos sanguíneos.
Y sin señales de problemas tras cuatro meses, el profesor Macchiarini asegura que una futura posibilidad de rechazo se reduce prácticamente a cero.
"Estamos increíblemente contentos con los resultados", dijo el cirujano.
"Ella está disfrutando de una vida normal, que para nosotros los médicos es el regalo más hermoso".
Hoy Castillo vive una vida normal y activa y de nuevo es capaz de cuidar a sus hijos Johan, de 15 años, e Isabella, de cuatro. Ya puede subir escaleras sin quedar sin aliento.
"Era una mujer enferma, ahora podré vivir una vida normal", dijo Claudia Castillo a la BBC.
"Estoy muy feliz que me pudieron hacer esto, habían estado estudiando por mucho tiempo y funcionó", agregó.
La traquea donada fue limpiada y luego recubierta con células de la propia paciente.
"Tengo mucha esperanza. He sido la primera pero los insto a hacer más en el futuro".
Martin Birchall, profesor de cirugía de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, y quien ayudó a que crecieran las células en la tráquea donada aseguró:
"Esto representará un gran paso de cambio en la cirugía".
Aseguró que en 20 años virtualmente cualquier trasplante podrá hacerse con este método.
Científicos de Estados Unidos ya han tenido éxito implantando parches de vejigas desarrollados en laboratorio de las células madre de los propios pacientes que poseen daños en ese órgano.
El equipo de investigación europeo, que incluye expertos de la Universidad de Padua y el Politécnico de Milán, están solicitando fondos para hacer transplantes de tráquea y laringe en pacientes con cáncer.
Las pruebas clínicas podrían comenzar en cinco años, aseguraron.
Cada año, entre 50.000 y 60.000 personas son diagnosticadas con cáncer en la laringe en Europa y los científicos afirman que la mitad de ellos podrían ser candidatos para transplantes usando esta nueva técnica de ingeniería de tejidos.
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